Recientemente he pasado unos días de vacaciones recorriendo algunas ciudades del sur de Alemania, entre ellas la más rica, Munich (München). Paseando por sus calles no puedes dejar de sorprenderte por la cantidad de bicicletas que circulan por ellas, conducidas por una amplia variedad de personas.
¿ Son los países avanzados los que usan los métodos de transporte más “atrasados”? Nuestro ideal de progreso basado en el consumismo, en el individualismo, en el éxito sin esfuerzo y aprovecharnos de los demás es en parte responsable de nuestra situación económica y social.
Algo tan sencillo como el respeto a los espacios dedicados a ciclistas y peatones es impensable en nuestro país, ya que nos encontramos a ciclistas circulando por las aceras y también a peatones e incluso vehículos a motor invadiendo los carriles bici. En los espacios compartidos no se observa la norma de circular por la derecha, se ocupa toda la anchura de la vía y no se aminora la velocidad cuando nos cruzamos con otros usuarios.
Además de la orografía, tanto las administraciones públicas y las empresas tienen mucho que hacer para ayudar al ciudadano para que se decida a dejar el coche en casa y pedalee hasta su puesto de trabajo; o por lo menos que use el transporte público.
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