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miércoles, 22 de enero de 2014

Salsa Mukluk

Me gustaría empezar agradeciendo a Luis el dejarme la gorda para probarla. ¡Gracias!

Las fatbikes  existen hace mucho tiempo. las primeras que vi aparecían en Mountain Bike Action en los ’90 y las construía Dan Hanebrink. Evidentemente eran distintas a las que hay ahora, con unas ruedas de menor diámetro, lo que visualmente chocaba con aquellas horquillas y vainas tan largas. Me gustaba mucho la versión que había con horquilla invertida.




Más tarde, volví a verlas en los reportajes de la Iditarod Bike, ahora con un aspecto mucho más parecido a las que hay ahora. Por moda o por cubrir un hueco en las necesidades que podamos tener como ciclistas de montaña, en 2013 han llegado para quedarse entre el gran público y las grandes marcas (Specialized y Trek principalmente) las ofrecen en su catálogo. Ésta es la que usó Mike Curiak




La bici que he probado ya lleva varias versiones en su historia siendo ésta la 3 (2013). Destaca el uso de un tubo de dirección de 44 mm para usar una dirección de 1 o una dirección tapered  y las punteras Alternator, que permiten variar la longitud de las vainas y así modificar el comportamiento de la bici, o simplemente tensar la cadena si la transmisión se compone de un plato y un piñón. 

La geometría, según la página oficial, tenemos un ángulo de dirección de 69,5º, un pedalier más elevado y  la parte trasera acortada para dotarla de más agilidad. Los tubos de dirección también han visto reducida su longitud para optimizar la posición del ciclista sobre la bici. Aquí podéis consultar las novedades y las compatibilidades de horquilla, llantas y cubiertas.

¿Cómo estaba montada la bici?

  • Cuadro Salsa Mukluk, talla M. Horquilla Salsa de acero
  • Dirección Cane Creek 50
  • Manillar Ritchey
  • Frenos Avid BB7 con manetas Avid
  • Mandos de cambio Sram X7
  • Desviador SLX 
  • Cambio X7 con cassette 11-36
  • Bielas Sram X5 (22/32)
  • Bujes Hope, llantas Surly Rolling Darryl y cubiertas On One Floater

Para poder usarla monté una tija Tune de 420 mm y una potencia de 110 mm y 6º. Aún así, el sillín está un par de centímetros más bajo de lo normal, pero para probar no supone demasiado problema.

Así que preparé la bici para salir reparando un pinchazo (desmontar la cubierta cuesta bastante, lo que creo que ayuda a pasar las ruedas a tubeless) , lubricando la cadena con NFS, instalando mis pedales XTR y ajustando la posición. Tras comer pronto, me dirijo hacia la zona de Sobrado do Bispo donde hay unos senderos preciosos, pedaleando a una cadencia alta para calentar mis maltrechas rodillas. La primera rampa es de asfalto y la subo en el plato pequeño y, a pesar del frío, empiezo a sudar. Cuando llego a la pista y piso los primeros charcos, compruebo con horror que estas ruedas escupen más que una llama cabreada. Cerca de As Lamas, hay un trozo de calzada de piedra resbaladiza, un buen lugar para comprobar la absorción y la tracción: las ruedas absorben bastante al bajar, pero la tracción no es muy buena sobre la piedra lisa. Los tacos separados y duros de las On One hacen que la rueda patine en las piedras, así que bajé un poco la presión (según el manómetro del bombín 1 bar).

La estabilidad en terreno embarrado es muy buena, el movimiento de la bici es mínimo incluso apoyando en una curva. Sigo rodando por un camino no muy ancho y llego a una zona en la que se cruza un riachuelo. Por suerte, han construido un pequeño puente, ya que la corriente ha destrozado el vado. Subo un poco el sendero y al llegar al camino principal doy la vuelta: tierra blanda con unas cuantas curvas  enlazadas serpenteando entre árboles, con algunas raíces: la bici es bastante ágil, en la transición de los tacos centrales a los laterales se inclina de golpe lo que ayuda en los cambios de dirección rápidos, aunque en la zona de las raíces freno tras la experiencia con las rocas (estas cubiertas me recuerdan a las Kenda Nevegal en su comportamiento con las raíces y piedras). 



Subo hasta una trialera de piedra lisa que hay en Sobrado do Bispo; hago unas tomas y bajo un poco más la presión de la rueda trasera. En el primer tramo la rueda patina y la bici se cruza unas cuantas veces, cada vez en una piedra distinta. Otra vez a bajar presión. Ahora sí que tracciona, a pesar de que con el peso es difícil arrancar ahí, como para decir que las 29er son torponas.

De Sobrado do Bispo bajo a Bentraces, para coger un sendero desde el campo de fútbol a la fuente. Ahí sí que me preocupé: las ruedas pesan tanto que es difícil girar la bici a más de 30 km/h, no basta con insinuar el giro con la cadera, hay que descolgarse, al llegar al final casi no me llega la explanada para girar (modo exagerado ON).

Para compensar el susto, la bajada del sendero hasta la fuente me dejó con una sonrisa de oreja a oreja: gracias a la absorción de las ruedas se puede frenar en la zona de piedras sin perder adherencia y llegar lanzado a los dos codos del final y pasar sobre las ramas caídas o sobre los surcos hechos para llevar el agua de lluvia fuera del camino.

De Bentraces al sendero de A Botureira: de nuevo sorprendido por cómo se tragó las piedras en la zona más bacheada.




En total recorrí 25 km que me dejaron muy cansado, más que los 50 km que recorrí el día anterior con la bici de titanio, pero claro, ésta pesa 6 kg más. Me gustaría probarla sin cámaras para reducir la masa de las ruedas, y otras cubiertas con una goma más blanda (Las On One son un estupendo compromiso en relación calidad/precio). 


Enlace a Vimeo.

PROS
  • Comodidad de marcha
  • Seguridad bajando por senderos y zonas irregulares
  • Tracción en terreno blando
CONTRAS
  • Peso
  • Tracción en terreno liso y resbaladizo
  • Cambios de dirección a velocidad alta
  • Salpicaduras de las ruedas
  • Ruido de rodadura




martes, 31 de diciembre de 2013

Rapha Festive 500

Un año más la gente de Strava y Rapha nos retaban a pedalear 500 kilómetros desde el 24 de diciembre al 31. Fácil, ¿no?
Ahora puedo organizar mi horario, así que recorriendo 65 kilómetros al día lo consigo, pero no todo sale como lo has planeado:

  • primero nos visita una perturbación metereológica desde Gran Bretaña, llamada ciclogénesis explosiva, con vientos fuertes y lluvias abundantes. Recorrer las carreteras gallegas bordeadas de árboles en estas condiciones es un peligro
  • más tarde, un nuevo frente, más breve, pero con vientos fuertes (alerta amarilla)
  • frío, mucho frío
  • lluvia y frío
Total, que me he pasado seis días sintiendo frío en mis maltrechas rodillas. Hoy, a pesar de la lluvia incesante, los efectos de las visitas al fisio se empiezan a notar y sólo sentía molestias, no dolor, al realizar esfuerzos. 

Lo peor de todo es que he pedaleado con la cabeza en otro asunto: Rona ha empeorado repentinamente así que el sábado decidimos aliviar su sufrimiento. Parar en la cuneta y llamar para pedir vez para sacrificarla ha sido muy duro, como al día siguiente saber que la iba a recoger ya muerta y llevármela para enterrarla al lado de Raisa.

Una mierda: el año acaba con un miembro menos en la familia, un tiempo asqueroso y un país que cada vez entiendo menos.


















martes, 18 de diciembre de 2012

NixFrixShun Chainlube “NFS”



Desde hace poco tiempo estoy participando Velocipede Salon, un foro estodunidense donde se reúnen bastantes constructores artesanos de cuadros de bicicleta (Richard Sachs,  Steve Garro, Spectrum, Firefly, Zanconato ... ) y donde se habla de todo, desde las bicicletas que los usuarios tienen a lo que les gustaría tener (ropa, coches, motos, muebles) pasando por viajes, música, gastronomía. Un foro muy en la onda de nuestra madriguera, aunque mucho mayor.

Josh "Too Tall" Simonds, cansado de probar y probar lubricantes para la cadena de sus bicis en búsqueda de uno que fuera capaz de mantener ésta lubricada por largos períodos de tiempo y que no atrajese suciedad durante sus largos recorridos en bici, independientemente de las condiciones atmosféricas, se decidió a investigar un poco más, aprovechando su experiencia laboral durante dos años en una mina de carbón.

De allí extrajo su conocimiento sobre lubricantes industriales y los aplicó al mundo del deporte. Tras varios fracasos, halló la fórmula que satisfizo sus necesidades y la probó exhaustivamente durante medio año antes de presentarla:


Se trata de aceite denso, con un ligero olor a aceite quemado ( me recuerda al taller del concesionario de coches donde trabajé) y que parece multiplicarse una vez aplicado a la cadena.

¿ Multiplicarse? No bromeo.

Para una correcta utilización, es recomendable seguir estos pasos:

  • limpiar y desengrasar la cadena
  • colocar la cadena en el plato grande y corona pequñeña
  • aplicar 10 gotas de NFS en los rodillos (*)
  • girar las bielas durante 1 minuto para esparcir el lubricante por la cadena
  • cambiar de plato y subir unas coronas, limpiar el exceso de lubricante depositado en el plato grande y en la corona pequeña
  • limpiar las mallas laterales con un trapo o toalla de algodón vigorosamente
  • salir a rodar
Antes de cada salida, yo limpio las mallas laterales de la cadena y, si hace falta, añado 4 o 5 gotas de lubricante, no hace falta más.

Vale, muy bien. Pero, ¿ cómo va?. 

Pues estupendamente. Parece imposible que con una cantidad tan pequeña la cadena se lubrique durante tantos kilómetros incluso en condiciones adversas (lluvia, barro, arenilla). El primer efecto que se percibe es el silencio, parece que tu bicicleta tuviera una transmisión por cardan. 

No podría asegurarlo a ciencia cierta, pero juraría que la cadena salta de una corona a otra con mayor facilidad y suavidad.

Partiendo de una cadena seca, recorrí más de 100 kilómetros antes de reaplicar NFS (más por precaución que por necesidad) y luego realicé dos salidas por pistas de tierra mojada (el paseo que discurre a lo largo del Miño a su paso por Ourense), lloviendo bastante en algunos momentos. Luego, limpieza y otras 4 gotas y a la carrera de CX de Maceda más una salida de 36 kilómetros por pistas de tierra mojada (el día anterior a la carrera y a la siguiente salida llovió muchísimo durante todo el día)

En esta foto podéis ver el estado de la cadena tras las dos salidas por pistas de tierra mojada


No hay suciedad ni en la cadena ni en los platos. ¿ Beneficios? Mayor duración de la transmisión de tu bici y menos pérdida de tiempo en el mantenimiento.

(*)partes de una cadena



lunes, 17 de diciembre de 2012

V CX Castelo de Maceda



Pues bien, el ciclo-cross es divertido. Este circuito era demasiado revirado y no podías pillar ritmo: pedalear, frenar, trazar, pedalear, frenar, trazar...

Salida hacia arriba, sin forzar que mis rodillas luego se quejan, en el mini-llano empiezo a pasar a gente y me doy cuenta de la montonera que hay, mantengo un poco el equilibrio, intento subir y tengo que echar pie a tierra, con lo que pierdo más tiempo y me quedo último, incluso dejé pasar a un corredor que se le veía que tenía algo que disputar, no como yo. Me puse a rodar, alcancé a Jose Manuel y a Caramés (M50) y fui con ellos. Caramés me adelantaba en el último repecho pero a los diez metros lo pasaba (no tiene mucha técnica), José Manuel se cayó unas cuantas veces en las curvas con hierba... En una bajada un poco rota se me salió la cadena y me descolgué de Caramés. 
Una vez doblado, en vez de parar decidí dar una vuelta más para pillarle el puntillo a las curvas y a las cubiertas (estrenaba la trasera) en el terreno machacado, y en las barreras el pie izquierdo no se soltó e hice una cosa rara, fui con la bici medio arrastrando contra la barrera  

Haz lo que yo te diga, pero no lo que yo haga: cambié de tija para la carrera porque me daba miedo romper la de carbono que llevaba últimamente al montar de un salto y la posición cambió, así que el ilíaco volvió a tocarme los cojones; mis cervicales iban bastante tocadas y la mano derecha se me durmió. Es duro estar una hora seguida trabajando, sin beber. Aunque en algunas zonas no pedalees, tienes que ir muy atento y trabajando con la parte superior del cuerpo para trazar, corregir la trayectoria si la bici se va, absorber baches... 

Aún así, no acabé el último.

Y yo en el circuito. Espero que una buena porción de esa panza que me cuelga desaparezca durante el próximo desafío de Strava, The Festive 500.


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lunes, 19 de noviembre de 2012

Desafíos Strava

En el último mes he tomado parte en dos desafíos propuestos por Strava y que han supuesto un gran esfuerzo por mi parte para poder completarlos: 
Cannondale’s Oktoberfest with Tim Johnson y BMC 79 Mile Challenge

En el primero cada participante debía rodar un mínimo de 60 horas en 21 días. A simple vista no parece gran cosa, pero acostumbrado a rodar normalmente dos o tres veces por semana tres horas máximo en cada salida, suponía rodar todos los días una media de tres horas.

Con esa cifra en la cabeza, alterné salidas por carretera, montaña y por el paseo que discurre a lo largo del río Miño, en su mayor parte sin asfaltar. Como lo que contaba era el tiempo empleado, me propuse rodar a un ritmo lento que me permitiese pedalear durante más tiempo y más veces, pero estaba equivocado, el cansancio hacía mella de la misma forma, me aburría sobre la bici y lo peor, mi culo sufría las horas de la misma forma. Las veces que rodé acompañado y los últimos días, subí el ritmo y la diversión hizo más llevadero el sufrimiento de tantas horas sobre la bici.

Por otra parte, la meteorología jugaba un papel muy importante: a diferencia del año pasado, que tuvimos un otoño seco y bastante caluroso, la lluvia hizo acto de presencia muy pronto, de forma que tuve que adaptarme a la meteorología adversa: botas Northwave Celsius, guardabarros en la bici, llevar dos pares de guantes, pañuelo para cubrir la garganta (y a veces las orejas); aunque el día que tuve la idea de marcarme una rutilla escaladora tuve que parar para sacarme la camiseta interior, ya que alcanzamos los 38º C.

Lo peor de este desafío es que el teléfono que uso para subir los datos a la web de Strava falló varias veces y me descontó más de seis horas de pedaleo, por lo que el viernes me vi obligado a rodar ocho horas para compensar, de las que sólo contó cinco.

Mejor resumirlo en imágenes:
Poco a poco, en la página de Strava veías tu progreso en el desafío.






















Para el segundo desafío, debía rodar 79 millas en una única salida. Fácil, ¿ no? Para mí, no. Contando con poder mantener una velocidad media "decente", implicaba unas cinco horas de pedaleo por una orografía donde las carreteras llanas brillan por su ausencia, la meteorología no era la más adecuada según las previsiones y compromisos anteriores me limitaban en el tiempo. De los tres días que tenía para completar el desafío, elegí el primero, ya que la previsión meteorológica era bastante buena.

El día amaneció fresco (unos 7ºC) y con mucha niebla, con visibilidad reducida. Bien abrigado, con tres geles, repuesto de guantes por si me mojaba o hacía calor, me encaminé por la N-120 hacia Ribadavia, una carretera con sube - baja bastante suave; de Ribadavia fui hacia Leiro, donde me tomé el primer gel y aproveché para tomar unas fotos. 

En ese momento, se despejó el cielo y el sol brillaba y calentaba un poquito, por lo que di unas cuantas vueltas por un pequeño bucle. En cuanto se nubló, enfilé hacia Ribadavia para seguir hasta Cortegada, realizando una parte del recorrido por la provincia de Pontevedra, parando primero en Francelos a tomar un café.

Para alargar un poco el recorrido, lo normal al volver de Cortegada es subir A Carixa y seguir por Castrelo, pero yo bajé de nuevo a Ribadavia ( comí unos pastelillos sentado en un bordillo de una gasolinera) y volví por la N-120, contando con que la calzada estuviera ya seca y huyendo de las zonas más sombrías de la margen izquierda del Miño.

Al final, a unos diez kilómetros de Ourense, empezó a llover con bastante fuerza; ya daba igual, el cálculo estaba hecho con un margen suficiente para salvar el esfuerzo, así que apreté los dientes y pedaleé a buen ritmo para no enfriar. Tras cinco horas de pedaleo logré completar el desafío con las piernas cansadas, el culo dolorido y el cuello un poco forzado, pero contento.





Ahora, a descansar y a disfrutar de las salidas.