Hoy hemos vuelto a subir desde Freixendo a Alongos, y de allí a Trelle. Mañana cubierta, mucha humedad en el ambiente gracias a las tormentas de los últimos días y a las lluvias que hasta hace muy poco no nos han abandonado, haciendo que la vegetación crezca cegando muchos caminos.Del plan inicial de ir hasta Cea (a comprar el pan), por retrasos de algunos miembros del grupo (habíamos quedado a las nueve y cuarto) acabamos saliendo casi a las 10 y pico de la mañana.
El sábado decidí cambiar la Bonty Jones trasera por algo más rodador, así que volví a poner la Python que venía con la bici. Está algo gastada, pero para rodar cumple perfectamente. Talonó con facilidad y no perdió aire desde que la monté por la mañana.
Sin embargo, la rueda delantera se empeñó en hacerme pasara un mal rato. Las Bonty no son todo lo estancas que me gustaría y, tras estar varios días fuera sin usar la bici, perdía presión incluso por la válvula.
Para paliar las fugas y ver si le daba tiempo a sellar, inflé bastante las ruedas; es una delicia rodar así, la bici acelera como un cohete y sube de maravilla. En contrapartida, las bajadas son horrorosas, tengo las manos mazadas.
La batería del n95 falleció extenuada y no sé exactamente cuántos kilómetros recorrimos, salen 41, pero alguno más cayó.
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