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miércoles, 12 de mayo de 2010

Mule bar

Aparte de análisis sobre el contenido en sodio, potasio, titanio y no sé qué más; de las calorías aportadas y la calidad de las grasas, la prueba de fuego, desde mi punto de vista, para una barrita energética viene por el tiempo que tardas en recuperarte de una pájara. 

Por suerte, soy (perro) viejo y distingo de lejos al hombre del mazo. La última vez que noté su aliento iba subiendo al monasterio de San Pedro de Rocas: las piernas todavía respondían, pero había algo en mi cabeza que me impedía pedalear. 

Hasta ese momento, las subidas duras alternaban con las suaves, unos cuantos llanos para ir atrancado y unas bajaditas para recuperar y divertirse; el tiempo, entre fresco y caluroso al sol, con un alto grado de humedad (Hey, entendedme, que vivo en Ourense, no en la selva amazónica) obligaba a subir y bajar la cremallera de la chaquetilla bastantes cada vez que cambiábamos de sección.

Así que decidí desmontar y caminar empujando la bici, desenvolví una Mule mini y la fui mordisqueando, con unos sorbos de agua para que bajase mejor. Antes incluso de que acabara de comer, mi cerebro recibió la señal de que había glucosa fresca y me permitió pedalear los últimos ochocientos metros hasta el monasterio. 

Decididamente, la recuperación fue bastante rápida, la barrita se digiere rápida y fácilmente, con un gusto que te pide que bebas, algo esencial en la práctica de nuestro deporte. 

Como el gusto es muy personal, simplemente te puedo recomendar que pruebes todas hasta encontrar el sabor que te encaja, aunque a mí, de momento me gustan todas.

Las puedes encontrar en IBIKEMECHANIC

2 comentarios:

  1. LA verdad es que yo las llevo siempre encima, un "bocinet" cada 45min, aprx. porque soy dada a los bajones...y a mi me encantan las de manzana!

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  2. Tienes toda la razón. Yo tuve mi primera (media) pájara sin saber bien lo que era. Estaba en una subida-llano, y las piernas no iban. Era como si alguien estuviera colgado de mi bicicleta tirando con todas sus fuerzas hacia el otro lado. Pues me comí un trozo de barrita de esas tupidas y en menos de diez minutos estaba subiendo para arriba como si nada hubiera pasado. Las que tenemos en casa son las de manzana y mango, y, la verdad, es que no están mal!

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