Me gustaría empezar agradeciendo a Luis el dejarme la gorda para probarla. ¡Gracias!
Las fatbikes existen hace mucho tiempo. las primeras que vi aparecían en Mountain Bike Action en los ’90 y las construía Dan Hanebrink. Evidentemente eran distintas a las que hay ahora, con unas ruedas de menor diámetro, lo que visualmente chocaba con aquellas horquillas y vainas tan largas. Me gustaba mucho la versión que había con horquilla invertida.
Más tarde, volví a verlas en los reportajes de la Iditarod Bike, ahora con un aspecto mucho más parecido a las que hay ahora. Por moda o por cubrir un hueco en las necesidades que podamos tener como ciclistas de montaña, en 2013 han llegado para quedarse entre el gran público y las grandes marcas (Specialized y Trek principalmente) las ofrecen en su catálogo. Ésta es la que usó Mike Curiak
La bici que he probado ya lleva varias versiones en su historia siendo ésta la 3 (2013). Destaca el uso de un tubo de dirección de 44 mm para usar una dirección de 1 ⅛ o una dirección tapered y las punteras Alternator, que permiten variar la longitud de las vainas y así modificar el comportamiento de la bici, o simplemente tensar la cadena si la transmisión se compone de un plato y un piñón.
La geometría, según la página oficial, tenemos un ángulo de dirección de 69,5º, un pedalier más elevado y la parte trasera acortada para dotarla de más agilidad. Los tubos de dirección también han visto reducida su longitud para optimizar la posición del ciclista sobre la bici. Aquí podéis consultar las novedades y las compatibilidades de horquilla, llantas y cubiertas.
¿Cómo estaba montada la bici?
- Cuadro Salsa Mukluk, talla M. Horquilla Salsa de acero
- Dirección Cane Creek 50
- Manillar Ritchey
- Frenos Avid BB7 con manetas Avid
- Mandos de cambio Sram X7
- Desviador SLX
- Cambio X7 con cassette 11-36
- Bielas Sram X5 (22/32)
- Bujes Hope, llantas Surly Rolling Darryl y cubiertas On One Floater
Para poder usarla monté una tija Tune de 420 mm y una potencia de 110 mm y 6º. Aún así, el sillín está un par de centímetros más bajo de lo normal, pero para probar no supone demasiado problema.
Así que preparé la bici para salir reparando un pinchazo (desmontar la cubierta cuesta bastante, lo que creo que ayuda a pasar las ruedas a tubeless) , lubricando la cadena con NFS, instalando mis pedales XTR y ajustando la posición. Tras comer pronto, me dirijo hacia la zona de Sobrado do Bispo donde hay unos senderos preciosos, pedaleando a una cadencia alta para calentar mis maltrechas rodillas. La primera rampa es de asfalto y la subo en el plato pequeño y, a pesar del frío, empiezo a sudar. Cuando llego a la pista y piso los primeros charcos, compruebo con horror que estas ruedas escupen más que una llama cabreada. Cerca de As Lamas, hay un trozo de calzada de piedra resbaladiza, un buen lugar para comprobar la absorción y la tracción: las ruedas absorben bastante al bajar, pero la tracción no es muy buena sobre la piedra lisa. Los tacos separados y duros de las On One hacen que la rueda patine en las piedras, así que bajé un poco la presión (según el manómetro del bombín 1 bar).
La estabilidad en terreno embarrado es muy buena, el movimiento de la bici es mínimo incluso apoyando en una curva. Sigo rodando por un camino no muy ancho y llego a una zona en la que se cruza un riachuelo. Por suerte, han construido un pequeño puente, ya que la corriente ha destrozado el vado. Subo un poco el sendero y al llegar al camino principal doy la vuelta: tierra blanda con unas cuantas curvas enlazadas serpenteando entre árboles, con algunas raíces: la bici es bastante ágil, en la transición de los tacos centrales a los laterales se inclina de golpe lo que ayuda en los cambios de dirección rápidos, aunque en la zona de las raíces freno tras la experiencia con las rocas (estas cubiertas me recuerdan a las Kenda Nevegal en su comportamiento con las raíces y piedras).
Subo hasta una trialera de piedra lisa que hay en Sobrado do Bispo; hago unas tomas y bajo un poco más la presión de la rueda trasera. En el primer tramo la rueda patina y la bici se cruza unas cuantas veces, cada vez en una piedra distinta. Otra vez a bajar presión. Ahora sí que tracciona, a pesar de que con el peso es difícil arrancar ahí, como para decir que las 29er son torponas.
De Sobrado do Bispo bajo a Bentraces, para coger un sendero desde el campo de fútbol a la fuente. Ahí sí que me preocupé: las ruedas pesan tanto que es difícil girar la bici a más de 30 km/h, no basta con insinuar el giro con la cadera, hay que descolgarse, al llegar al final casi no me llega la explanada para girar (modo exagerado ON).
Para compensar el susto, la bajada del sendero hasta la fuente me dejó con una sonrisa de oreja a oreja: gracias a la absorción de las ruedas se puede frenar en la zona de piedras sin perder adherencia y llegar lanzado a los dos codos del final y pasar sobre las ramas caídas o sobre los surcos hechos para llevar el agua de lluvia fuera del camino.
De Bentraces al sendero de A Botureira: de nuevo sorprendido por cómo se tragó las piedras en la zona más bacheada.
En total recorrí 25 km que me dejaron muy cansado, más que los 50 km que recorrí el día anterior con la bici de titanio, pero claro, ésta pesa 6 kg más. Me gustaría probarla sin cámaras para reducir la masa de las ruedas, y otras cubiertas con una goma más blanda (Las On One son un estupendo compromiso en relación calidad/precio).
Enlace a Vimeo.
PROS
- Comodidad de marcha
- Seguridad bajando por senderos y zonas irregulares
- Tracción en terreno blando
CONTRAS
- Peso
- Tracción en terreno liso y resbaladizo
- Cambios de dirección a velocidad alta
- Salpicaduras de las ruedas
- Ruido de rodadura